A veces pensamos que la felicidad reside en grandes logros, en éxitos, en viajes inolvidables o noches en un lujoso hotel. Sin duda estamos muy equivocados.
La vida es algo más que cosas materiales y artificiales, está llena de pequeños momentos que sin lugar a duda son los más grandes. Esos son los que se quedarán en nuestros recuerdos y nos sacarán una sonrisa con el paso del tiempo. Ahora pienso en las cosas vividas y lo que recuerdo son noches en vela con charlas interminables, risas contagiosas, helados en verano, confidencias entre buenos amigos, un primer beso, abrazos sentidos...
Disfrutemos de los pequeños momentos porque esos son los que perdurarán con el transcurso de los años.